5.23.2010

Duele

Duele desde dentro, desde el estómago hasta el pecho. Tan tangible, duele casi como si fuera físico, hace que mi espalda se arqueé y que todo mi cuerpo tiemble.
Duele, con un estremecimiento en el estomago que hace que lágrimas caprichosas quieran escapar de mis ojos.
Duele haciendo que los dedos de mis manos se entuman, que quisiera aventar todo por la ventana, golpear las paredes, la mesa, las sillas y la cama.
Duele tanto que no dejo de pensar en ello, mis oídos zumban de puro miedo.

Me hice a un lado, lo acepto, soy débil, soy tonta, dejé que el caudal se desviara, dejé que ella te tomara, dejé tú conmigo no pasara.
Siempre dije que no me arrepentía de mis acciones, sin excepciones y sin lamentos, hoy no es lo mismo, hoy te pierdo, hoy duele como un océano entero.
Hoy te quiero para mí, hoy quiero refugiarme en tus brazos, tentar al cielo, quiero que hagamos el amor de nuevo, que nuestras almas se fundan y no nos separemos.

Duele como pocas veces. Duele tanto que lastima, duele tanto que impide respirar, y duele y duele y duele. Duele como fuego quemando la piel, duele como un golpe directo en la sien, duele como si mil agujas traspasaran mi piel.

Hoy te pierdo, mañana no estaré contigo, por lo menos ayer, ayer en mis recuerdos te sostengo.
Dios! Te Quiero!
Hazme odiarte y olvidarte, haz que esto se derrumbe y quede sin esperanzas, haz que no vuelva a saber de ti, haz que yo no piense más en ti, pero hazlo de verdad, por favor, que sea de verdad.