12.30.2009

Chivilina

Nunca había pensado que mi perra fuera un canino, no, nunca, ella se mueve con la elegancia que solo los felinos presentaban, su mirada, siempre ha presentado la sabiduría de una leona que ha luchado por su vida y la de sus cachorros, tiene más de noventa años perrunos y sigue sosteniendo su personalidad juguetona.
Yo digo que es una esfinge en cuerpo de un perro; si la miras detenidamente cuando esta quieta y mirando nada en particular, no te sorprenderías de que te comenzara a hablar, que en cualquier momento se convirtiera en mujer y te relatara los misterios de la Tierra, porque ella desprende un algo que no había visto antes en ningún otro animal.
Ella es mujer y leona, con la característica de tener un cuerpo de pastor alemán, una fidelidad que dicen que caracteriza a los perros y el poder de alegrarte el día al verla.
Chivilina nunca ha sido una perra normal, es una superviviente de un prolongado abandono involuntario, de una enfermedad mortal que casi la acaba hace más de 6 años, y del descuido al que la hemos sometido al separarnos de ella.
A pesar de todos sus misterios, ella sigue siendo la misma cachorra de antaño que tanto he querido.